La sequía ha golpeado fuertemente a la V región, incluso en agosto del año pasado fue el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien declaró zona de catástrofe como resultado de una de las temporadas más secas en los últimos 50 años en la región. Las autoridades, en ese entonces, explicaron que en las zonas interiores no había agua para regar, ni para alimentar los animales, quienes morían de hambre y sed. Ha sido una de las megasequías más duras, incluso si la comparamos con la «Gran sequía» registrada entre los años 1968 y 1969, donde ya existían plantaciones frutales y cultivos.
Si bien, no estamos en un escenario normal, han sido las últimas lluvias las que han traído una cuota de esperanza para el mundo agro, quebrando el ciclo de megasequía que se arrastra desde hace 10 años, aunque la escasez de agua se mantiene.
Conversamos con Javier Crasemann, presidente de la Junta de Vigilancia de la primera sección para saber la situación del río Aconcagua post lluvias en esta nota exclusiva para UVANOVA.CL.
1.-¿Cuál es la situación en el Valle de Aconcagua respecto a la sequía y en especial a la Junta de vigilancia que usted representa?
Este Valle es donde nació la fruticultura de Chile. La sequía del Valle de Aconcagua es crítica, llevamos 10 años seguidos de escasez hídrica, lo que ha afectado a las provincias de Los Andes y San Felipe, que son las que abarca, en parte, la primera sección del río Aconcagua. En esta sección contamos con sólo el 17% del recurso hídrico, somos más de 6 mil usuarios de agua, todos muy complicados por la poca disponibilidad de éste. A su vez, todo el río Aconcagua, de cordillera a mar, está sufriendo la sequía más grave de los últimos 50 años, donde se cuenta, en promedio, con la mitad del agua.
2.-¿Cuáles son los principales cultivos en ese sector del Valle?
Del total de explotaciones agrícolas de las provincias de los Andes y San Felipe, el 60% tiene menos de 5 hectáreas. Entre los principales cultivos están: la uva de mesa, nueces y duraznos conserveros.
3.-¿Cómo es su evaluación respecto de la lluvia reciente?
La lluvia siempre ayuda, pero el déficit de precipitaciones es tal, que costará recuperar las reservas de nieves eternas y aguas subterráneas que han sido usadas en los últimos años. Además del agua es fundamental que caiga nieve, que será la reserva de recurso hídrico para los próximos meses.
4.-¿Qué propuestas concretas existen para el valle en ayuda a la población y agricultores?
La primera sección del río Aconcagua ha invertido en automatizar sus compuertas, contar con telemetría para monitorear mejor el caudal, para así gestionar más eficientemente el recurso hídrico.
A su vez, llevamos meses aportando para asegurar el consumo humano de agua de la región de Valparaíso, contribuyendo con el llenado del Embalse Los Aromos y entregando 36 horas semanales para otros usos de agua río abajo.
Por último, llevamos años colaborando con el Ministerio de Obras Públicas para que el Estado concrete medidas y obras más eficientes para todo el río.
Con ese fin, la primera, segunda y tercera sección, junto a Esval consensuamos un “Plan de Obras Hidráulicas para toda la cuenca”, definiendo cuáles serían las más apropiadas de ejecutar y en la que existe mayor acuerdo. Esta propuesta crucial se entregó recién, la semana pasada, al ministro Alfredo Moreno, con el que esperamos avanzar por la sostenibilidad de todo el río.
5.-¿En qué considera, a su juicio, que estamos deficientes?
Falta un compromiso del Estado a largo plazo en la concreción de las obras. Hoy, cada vez que asume un gobierno debemos trabajar 2 años en que entiendan la problemática, luego que nos crean y finalmente hacen nuevos estudios. Se requiere un plan que dure más de un periodo presidencial.
Es de extrema urgencia que en esta región la gestión del recurso hídrico sea un tema prioritario en la agenda gubernamental, traduciéndose en inversión concreta por la preservación de este importante río.
6.-¿En qué se encuentra trabajando la junta de vigilancia del Río Aconcagua?
Internamente; invirtiendo en tecnología por un mejor resguardo y reparto del agua y externamente; empujando la propuesta técnica y consensuada, con los demás usuarios de agua, de obras y medidas para enfrentar la sequía de toda la cuenca.
El Plan de Obras Hidráulicas incluye proyectos para mejorar la conducción y así evitar pérdidas; a su vez, contar con reservorios a lo largo de todo el río. Hay obras actuales que requieren ser mejoradas y rehabilitadas. Por otro lado, se necesita de un mayor control en las extracciones que se hagan y también medir con más precisión la cantidad de agua existente a lo largo del cauce, para contar con información que nos ayude a resguardar mejor el recurso y así aportar a la sustentabilidad de la cuenca.
7.-¿Cuál es su mensaje a los productores de uva de mesa?
Cada día enfrentamos y sobrellevamos la compleja realidad de la sequía de nuestro valle. Es por eso que no nos hemos quedado de brazos cruzados, todo lo contrario, llevamos años proponiendo y empujando por soluciones más eficientes y estructurales.
Estamos haciendo todos nuestros mejores esfuerzos para que se avance y concrete la infraestructura hídrica que se requiere, tanto para el Valle como para todo el río Aconcagua.
En concreto, como productor: creo que es clave sacar moralejas de los periodos críticos que hemos vivido. Lo primero es que la última temporada lo más duro fue noviembre hasta el 20 de diciembre. Por lo que hay que tomar tempranamente cuáles cuarteles privilegio y cuáles sacrifico. El que trató de sacar todo adelante al final tuvo peores consecuencias que el que hizo el sacrificio temprana y concertadamente.