Asesor UVANOVA Sebastián Cruz sobre parrones de O’Higgins
“EL MATERIAL DE PODA FUE ERRÁTICO EN SU CALIDAD”
Si bien le pareció adecuado el material de poda en general, los parrones que tuvieron alto vigor y fruta hasta muy tarde presentaron algunos problemas de término de lignificación. Aunque se logró llegar a los parámetros de poda por variedad, en el caso de las variedades nuevas.
El asesor asociado a UVANOVA, Juan Sebastián Cruz, se remonta a la situación de los parrones en la región de O’Higgins en la temporada 2022-23. “La temporada terminó temprano, con buena lignificación de material (en general), las fertilizaciones de post cosecha realizadas a tiempo y tuvo un invierno con buena precipitación (700-1.000 mm, según la zona). Debido a esto, la temporada 2023-24 comenzó con un muy buen porcentaje de brotación y alto vigor de los parrones en general. Es así que los parrones entraron a la primavera a capacidad de campo-saturados, lo que nos trajo problemas que abordaremos en otra oportunidad”.
Según Cruz, ese buen vigor y altas cargas en la temporada 2023-24 decantó en fruta a la que le costó tomar brix o con problemas de madurez (fruta hasta muy tarde) y en parrones vigorosos que les costó terminar de lignificar y acumular reservas (se omitieron algunas fertilizaciones post cosecha). “Como, en general, no hubo heladas tempranas en otoño en la zona sur, el material en poda fue errático en su calidad”, determina.
Explica que el objetivo de la poda debe ser siempre asegurar la carga, con buen material, equilibrado en vigor, así como una poda plana y bien ubicado el material. “Se debe mantener los parámetros de cada variedad en yemas/ha, sin aumentar cargadores/ha o yemas/cargador, para luego no incurrir en exceso de labores de desbrote o regulación de carga.
Respecto al material de poda resultante. “Como comenté, el material en general se ve bien, pero los parrones que tuvieron fruta hasta muy tarde y alto vigor, presentaron algunos problemas de término de lignificación. Si bien se logró llegar a los parámetros de poda por variedad, en variedades nuevas, en variedades como Crimson cuesta más”.
RECOMIENDA ESTAR ATENTOS A LAS RESERVAS
“Creo que hay que estar atentos a las reservas, advierte Cruz, a las fertilizaciones de post cosecha y al gasto de los parrones en la temporada. Es bueno realizar análisis de arginina, suelo y luego apoyar con análisis foliares en la temporada. Respecto de la fertilidad, no veo problemas en variedades nuevas, excepto algunas tempranas como Ralli, la que algunas temporadas presenta fertilidades más bajas, pero -en general- si los parrones tuvieron buena luz y sus hojas activas, no debería ser una temporada de baja fertilidad. La única duda es que al comienzo de la temporada anterior hubo lluvias y días nublados y fríos, por lo que algunas variedades de fertilidad irregular podrían mostrar este efecto, pero los análisis de yemas que hemos realizado muestran una fertilidad media a alta en la mayoría de los casos”.
LA NIÑA Y UNA PRIMAVERA FRÍA CON HELADAS
En opinión del asesor, es conveniente estar atentos a la posibilidad de una primavera fría y con heladas, de modo de tomar los resguardos en zonas frías y variedades de brotación temprana, ojalá con cobertores plásticos instalados u otro sistema que permita bajar el riesgo de estos eventos. Aunque, precisa, que siempre en la zona sur se toman resguardos culturales -como podar tarde- y se incorporan algunos mecanismos, como máquinas de calor.
“Aunque la entrada de La Niña se ha ido atrasando, ya hay indicios a nivel de las temperaturas del mar que muestran que está cerca, por lo que en cualquier momento se puede dar un evento y más con lluvias tardías. El riesgo siempre está en estas temporadas, por lo que se recomienda tomar los resguardos necesarios en los casos antes comentados”, señala Cruz.
PRECAUCIONES DE CARA A INICIO DE BROTACIÓN
En el caso de tener cobertores plásticos instalados durante todo el año, Cruz recomienda llegar con el suelo a capacidad de campo a inicio de brotación, “no regularizar esta labor durante brotación ya que puede alterar el crecimiento natural de los brotes. En caso de parrones normales, sin cobertor, se debe estar atentos a los niveles nutricionales a salida de invierno, para determinar si a inicio de brotación conviene realizar correcciones foliares para estimular la brotación. Por ejemplo, definir si es necesario aplicar extractos de algas”.
El programa fitosanitario siempre se modificará en función a cómo se presenta la temporada y para el asesor es muy importante estar atento a las condiciones para adelantarse a la ‘jugada’. Sin embargo, explica que “como ya veníamos con un programa bien completo respecto de plagas y enfermedades, en vista al fenómeno de El Niño (lluvias, clima errático y altas HR), no haría grandes variaciones. El programa fitosanitario para mí representa solo el 50% del trabajo o menos, ya que labores culturales tales como manejo de canopia, ventilación, regulación carga, racimos sueltos, buen riego, etc., son más importantes que un programa fitosanitario completo”.
Si bien las plagas siempre son un desafío para no quedar fuera de los mercados, “también hay que preocuparse de que el número de residuos no exceda lo exigido en algunos destinos para no perder la oportunidad de exportar a todos los mercados”, indica.
Debido a que se anticipa una temporada en que Estados Unidos volverá a los volúmenes acostumbrados, pese a las olas de calor por las que las bayas vienen más livianas y de menor calibre, así como también Perú entrará con sus volúmenes normales, “debemos ser muy ‘mateos’ en nuestro programa y cubrir correctamente todos los períodos clave respecto de plagas y enfermedades, para así asegurar una buena calidad y condición de nuestra fruta”, aconseja Sebastián Cruz.